El prototipo, unas cien veces más barato que los sistemas existentes, se pondrá a disposición de todo el mundo para que gobiernos y organizaciones puedan fabricarlo por sí mismos.
El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó el pasado lunes en Nairobi (Kenia) un nuevo aparato de bajo coste para medir la calidad del aire que podría prevenir numerosas muertes producidas por la contaminación atmosférica.
El PNUMA planea poner el prototipo a disposición de todo el mundo, para que los gobiernos y las organizaciones puedan fabricarlo por sí mismos.
El sistema costará unos 1.500 dólares por unidad, aproximadamente cien veces más barato que las soluciones existentes, según la agencia de Naciones Unidas.
Durante el lanzamiento en la capital de Kenia, el director del PNUMA, Achim Steiner, aseguró que la contaminación causa en torno a siete millones de muertes en todo el mundo cada año, la mayoría en países en desarrollo. Trágicamente, estas muertes son prevenibles, señaló Steiner.
“Sabemos por la OMS que el 88% de las muertes relacionadas con la contaminación del aire tienen lugar en os países de bajos y medios ingresos. Son estos países en desarrollo los que normalmente carecen de acceso a datos sobre la calidad del aire. El dispositivo del PNUMA puede desatar una explosión de datos que ayuden a los países a reducir los efectos negativos de la contaminación del aire, salvando potencialmente vidas que se habrían perdido debido a las enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica”, explico el director del PNUMA.
El dispositivo de bajo coste puede medir la concentración de partículas desde 1 a 10 micrones de diámetro (PM 1 – PM 10), incluyendo PM 2,5, consideradas por la OMS como las que mayor efecto tienen sobre la salud humana. También registra la concentración de azufre y óxidos de nitrógeno, y puede adaptarse para medir otros gases como el ozono.
Según la Organización Panamericana de la Salud, más de 100 millones de personas en América Latina están expuestas a niveles de contaminación que exceden los límites recomendados, lo que causa al menos 35.000 muertes prematuras al año en las zonas urbanas.