El sistema integrado de giro, enclavamiento y freno TLB, de la empresa británica Twiflex, ayuda a fabricantes y gestores de residuos en el cumplimiento de las normativas de seguridad.
La trituración mecánica es uno de los procesos esenciales del reciclaje de metales y otros materiales. La trituración, realizada generalmente por cizallas rotativas, asegura una fragmentación uniforme del residuo y permite su embalaje para un almacenamiento eficaz, una fácil manipulación y un rendimiento óptimo de los subsiguientes procesos.
La alta densidad energética y las grandes fuerzas mecánicas desarrolladas por las trituradoras de metales hacen que la seguridad del personal sea un asunto primordial para tanto los operadores como los fabricantes de estos equipos. En la actualidad, las mayores trituradoras industriales tienen potencias de más de 7.400 kW (10.000 CV), y son capaces de procesar más de 550 toneladas de material por hora.
Las trituradoras están construidas de modo que, en las condiciones normales de trabajo, los operadores se encuentran debidamente separados de todos los órganos móviles y las proyecciones de material de la trituradora están completamente contenidas. No obstante, hay situaciones comunes que exigen una intervención manual en los mecanismos de la trituradora. Estas incluyen las inspecciones de mantenimiento, la eliminación de bloqueos y el cambio de las piezas de corte.
Las funciones necesarias para realizar estas labores de mantenimiento de un modo seguro y controlado han sido simplificadas en gran manera por Twiflex, una empresa del grupo Altra Industrial Motion Corporation, con la introducción de los sistemas integrados de giro, enclavamiento y freno TLB (siglas inglesas de Turning, Locking & Braking).
El sistema modular TLB consolida en un solo dispositivo tres funciones e interfaces que normalmente están separadas, simplificando así la selección, la integración y la instalación, y reduciendo el espacio ocupado en la trituradora. En el centro del sistema TLB está el disco de freno, montado en el eje de la trituradora y dotado de un dentado de engranaje exterior. Las pinzas de freno que actúan sobre el disco pueden emplearse para parar la rotación del eje, o para retener este eje en posición estacionaria, mientras que puede también operarse un dispositivo manual de enclavamiento para inmovilizar el eje durante los trabajos en el equipo.
El dentado exterior del disco posibilita esta tercera función del sistema TLB. Un piñón, con accionamiento eléctrico y engranado con el disco mediante la actuación manual de un embrague y volante, sirve para girar el eje en uno u otro sentido. Esto permite hacer girar los discos de corte de la trituradora a cualquier posición para la inspección, reparación o cambio de los dientes correspondientes.
Los controles del sistema TLB se integran en el sistema de control de la trituradora, asegurando que las funciones de mantenimiento solo puedan ser activadas cuando la alimentación eléctrica del sistema de accionamiento principal de la trituradora esté debidamente desconectada. Unos finales de carrera y sensores aseguran que no se pueda arrancar la máquina hasta que se haya completado el mantenimiento y se haya desenclavado y desconectado la unidad TLB.
La integración física de los distintos elementos del sistema hace que este ocupe un espacio mínimo en el eje de la trituradora. Para el proyectista del equipo, esto simplifica su instalación, permitiendo una posición óptima para el acceso durante las labores de mantenimiento y la posibilidad de instalar el sistema en máquinas ya en servicio. La instalación de los sistemas TLB se simplifica aún más con la disponibilidad de discos de freno partidos que pueden montarse sin necesidad de desmontar el eje.
Los sistemas TLB son de construcción enteramente modular y pueden suministrarse en las configuraciones óptimas para trituradoras de cualquier tamaño. Se emplean igualmente para facilitar el mantenimiento en una amplia variedad de otras aplicaciones, entre ellas, equipos en procesos industriales diversos y sistemas de propulsión marina.