El método desarrollado por los investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia va incrustado en pequeños dispositivos flotantes
Investigadores valencianos han diseñado un nuevo sistema inteligente de sensores que ayuda a detectar y delimitar todo tipo de vertido tóxico, como gasóleo u otros hidrocarburos, a muy bajas concentraciones, ya sea en mar abierto, ríos o lagos.
Según explica el investigador Jaime Lloret, del Instituto para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIIC) del campus de Gandia de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), “en función del tipo de contaminantes, son necesarias unas técnicas u otras para eliminar el vertido. Pero, sin duda, lo más importante es detectar el vertido de forma rápida, para evitar un mayor impacto y reducir los daños en la zona afectada”.
En este sentido, Lloret apunta que “el caso de los derrames de petróleo es especialmente crítico, ya que son casi imposibles de eliminar completamente si los trabajos de descontaminación no empiezan inmediatamente”.
El sistema desarrollado por los investigadores de la Universidad Politécnica va incrustado en pequeños dispositivos flotantes y está basado en un algoritmo inteligente y compuesto por nodos inalámbricos, capaces de moverse hacia el final de la mancha en busca de su borde.
“Estos dispositivos tienen en cuenta la información obtenida de los sensores de contaminación de hidrocarburos y su posición con respecto a los demás nodos para situarse en la frontera entre el agua no contaminada y la mancha del vertido contaminado”, explica el investigador de la UPV.
La investigación llevada a cabo por Jaime Lloret, junto con el resto del equipo -Lorena Parra, Sandra Sendra y José Miguel Jiménez- es una de las líneas principales que nacen a partir del Máster Universitario en Evaluación y Seguimiento Ambiental de Ecosistemas Marinos y Costeros.
Los investigadores presentaron los resultados y prestaciones de este sistema en el marco de la IEEE International Conference on Communication (ICC 2015), celebrada el pasado mes de junio en Londres.
Fuente:
EFEverde