Los contenedores de fracción resto siguen todavía recibiendo una gran cantidad de materiales reciclables, como es el caso del aluminio, que la empresa separa y clasifica en sus instalaciones de Cerceda.
La Sociedade Galega do Medio Ambiente (SOGAMA) licita, una vez más, la venta del aluminio contenido en la basura en masa, una actividad que ha reportado a la empresa unos ingresos cercanos a los 600.000 euros en cuatro años.
Este material se recupera en la planta de elaboración de combustible derivado de residuos, situada en el complejo medioambiental de Cerceda, donde se recepcionan los desechos procedentes de la recogida municipal de los contenedores de la fracción resto.
A pesar de que estos recipientes se destinan a recoger la fracción no recuperable de los residuos urbanos, lo cierto es que todavía sigue llegando una importante cantidad de materiales susceptibles de ser reciclados, como es el caso del aluminio, conformado mayoritariamente por latas, que la empresa clasifica de forma automática, estimando una selección de entre 20 y 30 toneladas mensuales.
Las ventajas del reciclaje del aluminio son incuestionables, ya que se reduce la contaminación del aire, además de evitar el consumo de materias primas y energía. Por ejemplo, el reciclado de una tonelada de aluminio (63.000 latas) evita la utilización de 4,5 toneladas de bauxita, 1,3 de lignito y la energía eléctrica equivalente a unos 36 barriles de petróleo.
De hecho, la energía que se ahorra reciclando una sola lata de aluminio puede hacer funcionar un televisor durante tres horas.
Venta del aluminio
Conforme a la Ley de Envases y Residuos de Envases, Sogama debe justificar la trazabilidad del material recuperado, quedando obligado el adjudicatario a enviarle un certificado mensual de recepción correspondiente a cada una de las entidades implicadas en el circuito del reciclado, acreditando de esta forma que su destino final ha sido la fundición.
Como viene siendo habitual, los ofertantes tendrán la oportunidad de visitar previamente las instalaciones cercedenses para comprobar de primera mano las condiciones y características del aluminio objeto de venta.
El contrato, que tendrá una duración de medio año, estipula una serie de penalizaciones en caso de incumplimientos, que ascenderán al 5% cuando se trate de retrasos en la retirada del material respecto a la fecha de solicitud realizada por la empresa, y al 10% en el supuesto de que el certificado de trazabilidad del material remitido a la industria transformadora no se presente en el plazo estipulado.
La fecha límite para la presentación de ofertas concluye a las 13:00 horas del próximo día 22 de noviembre.
Buenas tardes a tod@s!. Interesante artículo al respecto. Estaría interesado en obtener más información al respecto de los certificados de trazabilidad.
Espero recibir noticias vuestras.