En el marco de las nuevas directrices de recuperación y reciclado definidas por la UE, esta Sociedad pública ha abordado un proceso de mejora industrial que contempla una planta de compostaje, ya construida, y la ampliación del complejo medioambiental de Cerceda.
El director general de Sogama, Isidro García Téllez, aboga por tratamientos complementarios para los residuos urbanos que contemplen la valorización material, mediante el compostaje de la materia orgánica y el reciclaje de las fracciones susceptibles de ser transformadas en nuevos productos, y la valorización energética de la fracción no reciclable.
Desde 1992, año en el que, con el aval de la Comisión Europea, se creó la entidad, ésta ha experimentado una evolución muy positiva, permitiendo cerrar y clausurar los vertederos municipales de Galicia y dar un tratamiento adecuado a los residuos domésticos. No obstante, y en el marco de esta mejora continua, García Téllez apuesta por abrirse a nuevos sistemas que, lejos de ser excluyentes, constituyan un complemento de los existentes de cara a dar la mejor gestión posible a la basura que producen cada día los 294 ayuntamientos que se encuentran adscritos al modelo Sogama.
“Nuestro trabajo pasa por contribuir a alcanzar los objetivos definidos por la Unión Europea para los próximos años, que son muy ambiciosos y exigentes”, subrayó García Téllez en una entrevista reciente en Onda Cero. En este sentido, expuso que el mayor reciclaje y el menor vertido constituyen dos piezas claves de la economía circular y augura que España debe hacer un gran esfuerzo para dar debido cumplimiento a las directrices comunitarias. “Nuestro país cuenta con un 57% de vertido, un porcentaje insostenible, y la pretensión, a nivel comunitario, es llegar al 10%. En el ámbito del reciclaje, y con un exiguo 30%, debemos alcanzar el 65% en 2035. Esto implica modificar muchas cosas”, aseveró.
Compostaje
Y precisamente en este marco, y con esta visión de futuro, la empresa pública acaba de construir una planta de compostaje industrial que dará servicio a los municipios limítrofes a fin de transformar la materia orgánica recogida selectivamente en un abono de alta calidad para ser aplicado con garantías en la agricultura y la jardinería.
De forma paralela, Sogama viene trabajando en un programa de compostaje doméstico, con implantación en el medio rural, a través del cual ha repartido cerca de 8.000 compostadores entre más de 230 entidades (ayuntamientos, centros educativos y colectivos sociales), así como en una prueba piloto de vermicompostaje que ya están ensayando tres ayuntamientos y dos centros escolares con el objetivo de evaluar el trabajo y rendimiento de las lombrices de tierra en la transformación de la materia orgánica en un humus de alta calidad.
Igualmente, y también con el ánimo de profundizar en el estudio del compostaje, se ha embarcado en un proyecto interregional a través del cual se pretende lograr una mayor valorización de los residuos orgánicos y reducir la cantidad de basura depositada en vertedero.
Dotado con un presupuesto superior a los 2 millones de euros, el proyecto, identificado con el nombre RE2VALHUM, está liderado por la Universidade do Minho, contando como socios, por parte de Portugal, el CVR (Centro de Valorización de Residuos), LIPOR (Servicio Intermunicipalizado de Gestión de Residuos de Grande Porto) y BRAVAL (Valorización y Tratamiento de Residuos Sólidos), y por parte gallega, la USC (Universidad de Santiago de Compostela), CVAN (Centro de Valorización Ambiental del Norte) y SOGAMA.
MAYOR EFICIENCIA
En una segunda línea de acción, enmarcada igualmente en el paquete europeo de economía circular, Sogama ha abordado la ampliación de su complejo medioambiental de Cerceda para dispensar un tratamiento óptimo a todos los residuos recepcionados en el mismo, incrementando sus niveles de reciclaje y reduciendo igualmente los de vertido.
Tal y como explicó el Director General, el plan de trabajo se articula en dos fases. La primera, que culminará a finales de este año, incluye la construcción de una nueva planta de clasificación para propiciar la recuperación de los elementos reciclables contenidos en la bolsa negra (vidrio, acero, plástico, papel/cartón, etc); la segunda, que culminará a finales de 2019, contempla la remodelación de la actual planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible. “Con ello podremos tratar 1 millón de toneladas anuales, es decir, todos los residuos urbanos producidos en Galicia, y lo haremos de una forma modélica”.
Así las cosas, el complejo de Sogama se convertirá el próximo año en uno de los más grandes y eficientes de Europa y del mundo, constituyendo todo un referente para muchos países que ya han mostrado interés en conocer su operativa y gestión.