La empresa pública gallega habilitó en tiempo récord una instalación provisional en su complejo ambiental para la gestión diferenciada de residuos sanitarios de bajo riesgo como mascarillas, guantes o buzos.
El crecimiento exponencial de la generación de residuos sanitarios en el marco de la pandemia del COVID-19, que alcanzó su pico más alto a finales de marzo y principios de abril, y la sobresaturación de las instalaciones que en Galicia venían haciéndose cargo de estos desechos, llevó al Servicio Gallego de Salud (SERGAS) a solicitar, a través de la Consellería de Medio Ambiente, la colaboración de Sogama para gestionar, en las mejores condiciones, residuos sanitarios de bajo riesgo tales como buzos, mascarillas, guantes y asimilables.
Siguiendo las instrucciones del Ministerio de Sanidad y el Ministerio para la Transición Ecológica, que contemplaban dos opciones para el tratamiento de esta fracción -valorización energética o vertedero-, el gobierno autonómico se decantó por la primera, dado el negativo impacto ambiental y para la salud que supondría el vertido de estos materiales.
GESTIÓN DIFERENCIADA E INDEPENDIENTE
En los últimos días, Sogama ha tratado más de 65.000 kilos de residuos sanitarios de bajo riesgo procedentes de centros adscritos al SERGAS. Para ello efectuó, en un tiempo récord, una adaptación técnica en el Complejo Medioambiental de Cerceda (A Coruña), que consistió en la habilitación de una instalación provisional en la que estos desechos son triturados y acondicionados para ser valorizados energéticamente en la planta termoeléctrica a temperaturas superiores a 850ºC, garantizando así la destrucción de patógenos y otros elementos nocivos.
Un proceso que, según destacan desde la empresa pública, se lleva a cabo con las máximas garantías ambientales, toda vez que las instalaciones de Sogama están dotadas con potentes e innovadores sistemas de control y de depuración de gases a través de los cuales se posibilita que su labor industrial sea perfectamente compatible con la protección del entorno y la salud.
El tratamiento de la línea de sanitarios se ha desarrollado de forma independiente a la de los urbanos, tanto desde el punto de vista logístico y operativo como laboral, habiéndose contratado para ello a personal externo, que en todo momento ha contado con sus propios vestuarios, rigiéndose por horarios diferentes a los del resto de los trabajadores del Complejo, con los que tampoco ha compartido zonas comunes.
CESE DEL SERVICIO
La contención del COVID-19 en Galicia y la buena evolución de la enfermedad, ha hecho posible que la producción de residuos sanitarios se redujese notablemente, no resultando necesario en estos momentos la participación de Sogama en el proceso, el pasado 21 de mayo dejó de prestar este servicio. No obstante, la compañía sigue a disposición de la Xunta de Galicia por si en algún momento se requiere de su cooperación.
Tras el decreto del estado de alarma y dado su carácter de servicio esencial, Sogama ha mantenido, e incluso intensificado, con todas las medidas de protección y de seguridad, su trabajo, que lleva a cabo las 24 horas del día, para que los residuos urbanos producidos por más de 2.242.000 habitantes que residen en 295 ayuntamientos se tratasen de forma correcta y con la máxima eficiencia, evitando que un problema de salud pública pudiera verse agravado.
Su red logística, conformada por 37 plantas de transferencia distribuidas por el conjunto del territorio gallego, el transporte de residuos, por tren y carretera, y la operativa de su Complejo Medioambiental, no han parado en ningún momento gracias a la actividad y compromiso de sus 500 trabajadores directos y otros tanto indirectos.