Una investigación analiza cómo se descomponen en condiciones extremas dos tipos diferentes de plástico: el polipropileno y el ácido poliláctico, un polímero biodegradable.
Las anémonas marinas guardan el secreto para degradar microplásticos
Álvaro Martínez del Pozo. Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad Complutense de Madrid. Sara García Linares. Profesora Ayudante Doctora. Universidad Complutense de Madrid. Una enzima artificial basada en una proteína producida por una anémona que podemos encontrar en prácticamente cualquier costa española puede degradar el PET.
Por qué es tan difícil evaluar la toxicidad de los microplásticos
Paula Redondo Hasselerharm. Investigadora postdoctoral del grupo de Ecotoxicología. IMDEA AGUA. Carlos Edo. Investigador Postdoctoral. Universidad de Alcalá. Los microplásticos presentes en la naturaleza tienen una gran variedad de formas, tamaños y composiciones químicas, lo que explica lo complicado que resulta establecer límites de concentración seguros.