La nueva norma pretende proteger a los consumidores del greenwashing y las falsas declaraciones medioambientales sobre los productos.
Más de la mitad de las webs de empresas analizadas por la CE ofrecen información poco fiable sobre los beneficios ambientales de sus productos
[themoneytizer id=»17425-1″] En sus evaluaciones generales, teniendo en cuenta diversos factores, las autoridades tuvieron motivos para creer que en el 42% de los casos la declaración podía ser falsa o engañosa y, por tanto, podría constituir una práctica comercial desleal.