Un nuevo estudio desafía la idea de que los microplásticos son meros portadores pasivos de bacterias resistentes y destaca su papel como focos activos de evolución de la resistencia antimicrobiana.
Los plásticos de los ríos pueden albergar patógenos y genes de resistencia a antibióticos
Un estudio internacional con participación de la Universitat de les Illes Balears alerta que los plásticos degradados podrían ser los que alojan mayor abundancia de comunidades microbianas, ya que esos materiales envejecidos liberan más cantidad de compuestos orgánicos que los nuevos.