Según la última evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente, en la mayoría de los Estados miembros han seguido disminuyendo las emisiones de los principales contaminantes atmosféricos que deben reducirse y controlarse con arreglo a la legislación comunitaria. Sin embargo, la reducción de las emisiones de amoníaco sigue siendo un problema.
Los ministros de Medio Ambiente de la UE aprueban su orientación general para empezar las negociaciones con el Parlamento Europeo en torno a una modificación de la normativa centrada en los residuos alimentarios y textiles.
Con el objetivo de evitar el greenwashing, el Consejo de la UE respalda que cualquier afirmación ecológica sobre un producto o servicio deba ser verificada por terceros expertos independientes.
La decisión se basa en una evaluación científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que concluyó que el BPA tenía “potenciales efectos nocivos sobre el sistema inmunológico” .
La gestión de de residuos y de aguas residuales acaparan más del 68% de las inversiones en protección del medio ambiente en la Unión Europea.
La nueva norma europea consagra el derecho a que los productos defectuosos sean reparados de una manera más fácil, más barata y más rápida, e incentivará la fabricación de artículos más duraderos.
Más de la mitad de las exportaciones realizadas por la Unión Europea en 2023 fueron metales, y Turquía fue el principal destino, con casi un tercio del total de materiales reciclables exportados.
La mayor parte de los textiles que se desechan en la UE terminan como residuos mezclados en vertederos o incineradoras, sin posibilidad de ser aprovechados para nuevos usos, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
La nueva norma contempla importantes restricciones para el envío de residuos a terceros países, que deberán demostrar su capacidad para gestionarlos de forma sostenible.
Caucho, metales y minerales representan casi la mitad de las importaciones de la Unión Europea, alcanzando un valor de 48.000 millones de euros.
