Un nuevo análisis de la OCU pone de manifiesto las grandes diferencias en la tasa de basuras de las principales ciudades españolas, que deberá cobrarse de forma diferenciada de otros impuestos a partir del próximo mes de abril.
Los ayuntamientos son responsables de la recogida y limpieza de las basuras, así como del posterior tratamiento y reciclaje de los residuos, una tarea cada vez más compleja. La tasa de basuras, un tributo asociado a la prestación de estos servicios, se ha generalizado. En la actualidad, casi todas las grandes ciudades o capitales de provincia en España cobran ya una tasa de basuras. Sin embargo, aún no está presente en todas las ciudades (algunas prefieren cubrir ese coste con otros impuestos, como el IBI), y en las que lo está, esta tasa presenta importes muy diversos. Ahora las cosas van a cambiar.
La Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular daba a las entidades locales un plazo de 3 años para que fijasen una tasa (o algo equivalente) que reflejara el coste real de todas las actividades relacionadas con la gestión de residuos, y ese plazo expira en los próximos meses.
Así, los ayuntamientos que no tienen tasa de basuras tendrán que imponerla antes de abril de 2025, como algo independiente del IBI. Por su parte, las ciudades que ya tienen esta tasa deberán ajustarla, y probablemente aumentará su importe ya que debe reflejar el coste real de todas las actividades relacionadas con la gestión de los residuos.
La tasa de basuras está pensada para contribuir a cumplir los objetivos de la Unión Europea, que exigen alcanzar un 55% de reutilización y reciclaje para 2025 y un 65% para 2035.
Muchos ayuntamientos se encuentran en estos momentos debatiendo o tramitando estas nuevas tasas, por lo que aún no tienen publicadas las ordenanzas que recogen estas nuevas tasas de basura.
La tasa de basuras en las ciudades españolas
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado los precios de las tasas de basura en las capitales de España y su variación con respecto al año anterior. Aunque ahora se nota un ligero aumento en su cuantía, se espera que el aumento sea mucho mayor en cuanto las corporaciones municipales terminen de aprobar y tramitar los nuevos impuestos.
La situación actual, a finales de 2024, es similar a la de años anteriores, y viene marcada por las grandes diferencias en el importe de la tasa de basuras entre municipios con la misma responsabilidad en esta área.
De menos de 30 euros, a más de 200
En algunos municipios el importe de la tasa es fijo, pero en la mayoría es variable, según una serie de criterios (valor catastral, calle, personas empadronadas…). Para poder comparar las cuantías, OCU ha calculado el importe de la tasa de basuras para una vivienda de 95 m2, un valor catastral de 79.000 euros y un consumo anual de agua de 175 m3 situada en una calle de la categoría fiscal más habitual en cada ciudad, y con tres personas empadronadas en el hogar.
Hay tres ciudades -Badajoz, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga- que aún no tienen una tasa específica de basuras para costear su gestión. El resto sí cobra, pero las diferencias son muy grandes, como se aprecia en la tabla: las tasas superan los 140 euros en Barcelona, San Sebastián, Gerona, Granada y Pamplona, mientras que no llegan a los 30 euros en Soria o Alicante.
En la tabla se puede ver el coste, ordenado de menor a mayor importe de la tasa, en 51 ciudades, y los principales criterios que pesan a la hora de calcular la tasa de basuras. Además, en Valladolid se toma en consideración también a las personas empadronadas y el tamaño de vivienda, y en Alicante y Vitoria, el tamaño de la vivienda.
Subidas del 5% respecto al año anterior
Algunos ayuntamientos ya se han adaptado a la nueva normativa y eso se ha visto reflejado en el incremento de sus tasas.
Gijón las ha incrementado en un 30,43%; en Guadalajara, la tasa se encarece un 15,12%, y en Granada, el incremento es bastante menor, del 8,01%, sin embargo, con esta subida se sitúa en la cuarta posición del ranking de las ciudades más caras.
Madrid y Valladolid son dos ciudades que en años anteriores no disponían de esta tasa ahora, con la aprobación de sus nuevas ordenanzas sus vecinos tendrán un nuevo gasto anual.
De media, el coste anual de la tasa de basura es de 84,64 euros y la previsión es que en el primer trimestre de 2025 se vea incrementado con la tramitación de las nuevas ordenanzas para cumplir con la normativa.
¿Cómo se calcula la tasa de basuras?
Hay muchas maneras de calcular el importe de las tasas de basuras:
- Tarifa única. En bastantes ciudades hay una tasa fija: todos los hogares pagan lo mismo.
- Según la calle. En otros casos, la categoría fiscal de la calle en la que esté el hogar determina también lo que paga de basuras, en la mayoría de casos sin importar su tamaño u otras variables.
- Por el valor catastral. En otros lugares depende del valor catastral, determinado a intervalos.
- En otras ciudades cobran según el consumo del agua.
- Por metros cuadrados. En pocas ciudades (Valladolid, Vitoria o Alicante, por ejemplo), la cuota varía en función del tamaño de la vivienda, más que del barrio.
- El número de personas empadronadas en el hogar es un criterio que usan algunos municipios: la cuantía aumenta cuanto mayor sea el número de personas que viven en el hogar. De las ciudades del estudio solo se toma en cuenta en Valladolid.
- Otros lugares valoran también otros factores, como la periodicidad de recogida, por ejemplo.
Además, se aplican bonificaciones a la tasa por motivos también diversos: por tener pocos ingresos, por estar desempleado, por ser pensionista o discapacitado, por ser familia numerosa…
Un sistema que debe mejorar
Es comprensible que un servicio cada vez más complejo requiera un coste, pero a juicio de OCU, otras cosas no lo son, por lo que aporta algunas cuestiones que deberían considerarse.
Así, en virtud del principio de “quien contamina, paga”, deberían tenerse en cuenta otros criterios: por ejemplo, que quien generase menos residuos, los separe mejor, acuda al punto limpio o participe en programas de compostaje se pudiera beneficiar de reducciones en la tasa, para incentivar comportamientos más sostenibles.
Por otra parte, la organización de consumidores considera que las grandes diferencias entre ciudades y la arbitrariedad en el cálculo son criticables.
Por último, OCU lamenta que no se se fomenten de forma generalizada las buenas prácticas medioambientales, como el uso de puntos limpios o el compostaje, servicios que deberían ser más accesibles y cómodos.