Un estudio de CLG Europe y el Instituto Wuppertal centrado en el aluminio, el litio y los elementos de tierras raras, señala que, más allá del reciclaje, la Unión Europea debe abordar cómo mantener los materiales en el sistema de forma más eficaz y durante más tiempo.
El Grupo de Trabajo de Materiales y Productos de CLG Europe -grupo intersectorial de líderes empresariales en favor de una economía climáticamente neutra impulsado por la Universidad de Cambridge- ha publicado un nuevo informe en colaboración con el Instituto Wuppertal en el que señala la urgente necesidad de lograr una mayor circularidad en el mercado de materias primas críticas de la UE. El informe ‘Embracing circularity: A pathway for strengthening the Critical Raw Materials Act’ es una respuesta directa a la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA) de la UE publicada el pasado mes de marzo.
Los autores del informe afirman que la circularidad es mucho más que reciclar: también implica estudiar cómo mantener los materiales en el sistema de forma más eficaz y durante más tiempo. El informe sostiene que este aspecto de la circularidad no se aborda suficientemente en la actual propuesta legislativa de la UE.
El informe se centra en tres materiales clave: el aluminio (bauxita y magnesio), el litio y los elementos de tierras raras (REE). Incluye estudios de casos circulares de empresas como Ball y Volvo Cars y ofrece recomendaciones a los responsables políticos.
Eliot Whittington, director de Cambio de Sistemas de CISL, ha declarado que «la competencia mundial se está intensificando en torno a materiales clave y el clima se está calentando en respuesta a nuestras emisiones de carbono, pero adoptando una economía más circular Europa puede acelerar su respuesta a ambos retos de una sola vez. Mientras la UE negocia su Ley de Materias Primas Críticas, debería aprovechar la oportunidad para aumentar la circularidad. Los responsables políticos europeos deberían aprender de cómo las empresas líderes de todos los sectores ya están aplicando una amplia gama de soluciones de economía circular en el uso de materias primas críticas, y facilitar los flujos de financiación y las políticas flexibles y específicas necesarias para llevar estos enfoques a escala, acelerando el camino de la UE hacia la neutralidad climática y la autonomía estratégica».
Las materias primas desempeñan un papel crucial en la transición ecológica, en la fabricación de paneles solares, turbinas eólicas y coches eléctricos. Se prevé que la demanda de litio se multiplique por 12 en la UE de aquí a 2030 y por 90 en todo el mundo de aquí a 2050. Pero con 24 de los materiales enumerados en la CRMA importados de China, más el daño medioambiental y el impacto social de más minas en Europa, la importancia de la autonomía estratégica de la UE se ha hecho más patente.
El informe sugiere que una economía circular en la UE ayudaría a aumentar la seguridad del suministro de materias primas críticas. Las prácticas circulares requieren un cambio más deliberado hacia un modelo de reutilización, que podría desempeñar un papel clave en la gestión del suministro.
El Prof. Dr. Manfred Fischedick, presidente y director gerente científico del Instituto Wuppertal, afirma que «la guerra de Rusia contra Ucrania y la pandemia COVID-19 han puesto de manifiesto la gran vulnerabilidad de Europa, especialmente en el suministro de materias primas, que hoy en día se basa en gran medida en las importaciones. En principio, la UE tiene potencial para ser más independiente. Sin embargo, esto supondría un aumento de los precios de las materias primas, y las actividades mineras invaden inevitablemente la naturaleza y los paisajes. La economía circular es la mejor alternativa. Puede ayudar a suministrar los materiales necesarios de forma eficiente y reducir al mínimo la extracción de materias primas primarias. Si los responsables políticos establecen un marco claro para ello, puede ser la base de una gran seguridad de abastecimiento y de una economía más ecológica y socialmente responsable».
El informe muestra los retos, las oportunidades y las mejores prácticas empresariales de adoptar prácticas más circulares en el uso de materias primas críticas, utilizando estudios de casos de miembros del Grupo de Trabajo de Materiales y Productos de CLG Europe y otras partes interesadas de empresas identificadas a lo largo de las cadenas de valor del litio, el aluminio y los elementos de tierras raras. Desde la empresa de tecnología de materiales Umicore, que ha desarrollado una tecnología de reciclaje de baterías y tiene capacidad para 7.000 toneladas al año, hasta el objetivo del gigante del embalaje de aluminio Ball de alcanzar un 90% de reciclaje y un 85% de contenido reciclado para 2030.
Entre las recomendaciones del informe a los responsables políticos figuran las siguientes:
- Aplicar un enfoque circular más amplio dentro de la CRMA, en lugar de centrarse únicamente en el reciclaje.
- Establecer un enfoque flexible hacia la circularidad dentro de la CRMA que reconozca la necesidad de un enfoque caso por caso.
- Desplegar infraestructuras con visión de futuro para permitir una economía circular que abarque todos los sistemas.
- Establecer una visión global clara sobre una Estrategia Industrial Europea que combine la circularidad, la neutralidad de carbono y otros aspectos de sostenibilidad.
- Crear cadenas de suministro más sostenibles desde el punto de vista medioambiental y social mediante la diversificación de las cadenas de suministro y el fomento de prácticas mineras responsables.
- Aplicar incentivos financieros y sistemas de apoyo para garantizar más rápidamente la viabilidad comercial de un cambio hacia tecnologías verdes.
El informe del Grupo de Trabajo de Materiales y Productos de CLG Europe y el Instituto Wuppertal sobre la Ley de Materias Primas Críticas se presentó el pasado lunes en el Parlamento Europeo. La anfitriona del acto fue la eurodiputada Sara Matthieu, ponente alternativa de la Comisión de Medio Ambiente sobre la CRMA.