Por primera vez, todos los países de la UE deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con objetivos que oscilan entre el 10% y el 50%.
El Parlamento Europeo aprobó ayer la revisión del llamado Reglamento de reparto del esfuerzo. Este Reglamento establece reducciones anuales obligatorias de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el transporte por carretera, la calefacción de edificios, la agricultura, las pequeñas instalaciones industriales y la gestión de residuos para cada Estado miembro de la UE, y actualmente regula aproximadamente el 60% de todas las emisiones de la UE.
La ley revisada aumenta el objetivo de reducción de GEI en la UE para 2030 del 30% al 40% respecto a los niveles de 2005. Por primera vez, todos los países de la UE deben reducir las emisiones de GEI con objetivos que oscilan entre el 10% y el 50%. Los objetivos para 2030 de cada Estado miembro se basan en el PIB per cápita y la rentabilidad. Los Estados miembros también tendrán que garantizar cada año que no superan su asignación anual de emisiones de GEI.
Flexibilidad y transparencia
La ley establece un equilibrio entre la necesidad de que los países de la UE sean flexibles para alcanzar sus objetivos, garantizando al mismo tiempo una transición justa y socialmente equitativa, y la necesidad de colmar las lagunas para que se cumpla el objetivo global de reducción de emisiones. Por esta razón, existen límites sobre la cantidad de emisiones que los Estados miembros pueden ahorrar de años anteriores, tomar prestadas de años futuros, así como sobre la cantidad de asignaciones que pueden intercambiar con otros Estados miembros.
Para poder exigir responsabilidades a los Estados miembros, la Comisión hará pública la información sobre las medidas nacionales de forma fácilmente accesible, tal y como solicita el Parlamento.
Tras la votación, la eurodiputada sueca Jessica Polfjärd declaró que «con esta ley damos un gran paso adelante en el cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE. Las nuevas normas para la reducción de las emisiones nacionales garantizan que todos los Estados miembros contribuyan y que se colmen las lagunas existentes. Esto nos permite enviar una señal clara de que la UE se toma en serio ser la campeona mundial de una agenda climática competitiva y eficiente».
Ahora el texto también tiene que ser aprobado formalmente por el Consejo. A continuación se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor 20 días después.
El Reglamento sobre el esfuerzo compartido forma parte del paquete «Fit for 55 in 2030», que es el plan de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030 en comparación con los niveles de 1990, de acuerdo con la Ley Europea del Clima.