El proyecto LIFE+ RESPIRA cuenta con la colaboración de 114 ciclistas voluntarios que incorporarán a sus bicis unos sensores para evaluar la calidad del aire. Con los datos obtenidos se elaborará un mapa de contaminación atmosférica y un planificador de rutas saludables.
El proyecto LIFE+ RESPIRA, liderado por la Universidad de Navarra y dirigido a mejorar la calidad del aire que respiran peatones y ciclistas urbanos en Pamplona, ha implicado hasta el momento a 114 voluntarios, dispuestos a medir la calidad del aire en sus desplazamientos sobre dos ruedas.
Los voluntarios llevarán en su bicicleta un pequeño equipo provisto con sensores que detectarán los principales contaminantes del aire y la proporción en la que están presentes. “A partir de la información que se recoja, unos cinco millones de datos al mes durante dos años, se elaborará un mapa de contaminación atmosférica de Pamplona, y se desarrollará un planificador de rutas saludables”, explica Jesús Miguel Santamaría, director del Laboratorio Integrado de Calidad Ambiental de la Universidad de Navarra y director técnico del proyecto.
Las 114 personas inscritas –74 hombres y 40 mujeres– tienen edades comprendidas entre los 18 y los 69 años. De ellos, 96 (el 84%) utilizan la bicicleta a diario y el resto la emplean al menos una vez a la semana. “La colaboración ciudadana es muy importante. Los voluntarios son uno de los valores fundamentales del proyecto”, afirmó la profesora del área de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Navarra Maribel Gómez, responsable de gestionar la participación del grupo de voluntarios.
Algunas bicicletas llevarán equipos específicos para la medida de material particulado y el llamado “black carbon”, contaminantes de gran importancia por sus nocivos efectos en la salud
El prototipo desarrollado para este proyecto integra diferentes sensores electroquímicos para la medida de contaminantes atmosféricos: monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de nitrógeno (NO) y ozono (O3), considerados los gases de principal interés para realizar el mapa de contaminación de Pamplona, y que permitirán evaluar la calidad del aire que inhalan los ciclistas urbanos durante sus recorridos por la ciudad.
Asimismo, algunas bicicletas llevarán equipos específicos para la medida de material particulado y el llamado “black carbon”, contaminantes de gran importancia por sus nocivos efectos en la salud. El dispositivo ha sido desarrollado por la empresa GreenWave Technologies, a través de la marca KUNAK.
Las características principales de estos sensores son la comunicación inalámbrica vía GRPS con un servidor alojado en la nube, que permite la visualización de datos en tiempo real, su tratamiento y la configuración remota en los equipos. Incluye además un reloj de tiempo real y receptor GPS para correlacionar las medidas en el espacio y en el tiempo y diversos sensores de interés, entre los que se incluyen gases, temperatura y humedad relativa.
370.000 muertes prematuras
La iniciativa se basa en la necesidad de controlar y mejorar la calidad del aire en las ciudades europeas, para contribuir a una mejor calidad de vida urbana. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación del aire causa anualmente 370.000 muertes prematuras en Europa. Asimismo, el coste económico de las enfermedades es de 400.000 millones de euros al año”, según afirmó Jesús Miguel Santamaría.
La experiencia de Pamplona será replicable, ya que el 80% de las ciudades europeas tienen un tamaño similar al de la capital navarra
LIFE+RESPIRA tiene como objetivo demostrar que es posible mejorar la calidad del aire aplicando criterios de sostenibilidad para gestionar la movilidad, mejorando la planificación urbanística, teniendo en cuenta la vegetación urbana y aplicando nuevas tecnologías, como los pavimentos fotocatalíticos, que destruyen un 35-40% de la contaminación. La experiencia de Pamplona será replicable, ya que el 80% de las ciudades europeas tienen un tamaño similar al de la capital navarra.
El proyecto LIFE+RESPIRA cuenta con el apoyo del instrumento financiero LIFE de la Unión Europea y se desarrollará hasta junio de 2017. Junto con la Universidad de Navarra, participan en el estudio el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra (GANASA) y Pavimentos de Tudela. En total, participan en el estudio 32 investigadores.
Colaboran además el Ayuntamiento de Pamplona, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona; así como la empresa Oraintxe y la Asociación de Medios de Transporte Saludable (AMTS), que prestan apoyo para la caracterización de la movilidad ciclista y para la recogida de datos.
El proyecto, llevará a cabo cien acciones de comunicación con el objetivo de “fomentar el uso de la bicicleta”, que en la actualidad utilizan en Pamplona un 3,5% de la población, según explicó Bienvenido León, profesor de la Facultad de Comunicación y responsable del plan de comunicación del proyecto.
La convocatoria para participar en el proyecto como voluntario seguirá abierta hasta cubrir todas las rutas necesarias para el estudio.