AIMPLAS acaba de completar el proyecto DESCONTAPOL, mediante el cual se ha desarrollado una nueva tecnología que permitirá eliminar sustancias y olores que hasta ahora impedían el aprovechamiento del plástico reciclado para algunas aplicaciones.
El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) acaba de completar un proyecto que ha permitido el desarrollo de nuevos procesos de reciclado y la mejora de los existentes, para aumentar el porcentaje de plástico posconsumo aprovechable y para incrementar el número de aplicaciones de los materiales reciclados.
Gracias a ello, no solo se estará reduciendo el impacto ambiental de la industria del plástico, sino que también se reducirán los costes de producción de las empresas que sustituyan el plástico virgen por plástico reciclado de mayor calidad que los obtenidos hasta ahora.
DESCONTAPOL es un proyecto que comenzó en 2013 y que acaba de concluir. Cofinanciado a través del IVACE por los Fondos FEDER, su objetivo principal es eliminar drásticamente sustancias críticas contenidas en los plásticos reciclados que hasta ahora limitaban su aplicación. Es el caso de los olores o de elementos que afectan a sus propiedades físicas como la resistencia. Además, permite eliminar otras sustancias que hasta ahora no desaparecían durante el proceso de reciclado y que estaban limitadas por la legislación en el caso de plásticos en contacto con alimentos.
Durante esta segunda anualidad del proyecto, los investigadores de AIMPLAS han procedido a la optimización de las líneas de reciclado y de transformación, en los dos puntos considerados más críticos: lavadero y extrusión. Se trata de procesos muy importantes ya que no fijar convenientemente los parámetros de cualquiera de ellos pueden suponer un aumento de la degradación de los plásticos y por tanto dar lugar a un problema de olor y en general una pérdida de propiedades del material.
Nuevas aplicaciones para el plástico reciclado
Las investigaciones llevadas a cabo en AIMPLAS permitirán obtener materiales y productos de un mayor valor añadido tanto técnica como medioambientalmente. De esta forma, se conseguirá ampliar los mercados a los que se dirige actualmente la producción de plásticos reciclados a industrias como la del envase, la automoción, la agricultura o el sector eléctrico y electrónico. Pero también se reducirá el porcentaje de plástico que acaba en el vertedero y no se valoriza, y se reducirá el coste de producción de aquellos bienes que se fabriquen con plástico reciclado en lugar de con materia virgen.
La industria valenciana del reciclado
La Comunidad Valenciana, donde se ha desarrollado el proyecto, es una región de gran importancia para el sector del plástico reciclado. Concretamente, aglutina a un 20% de esta industria a nivel nacional, y en el caso de las empresas transformadoras esto supone un total de 14.400 empleos. Las empresas recicladoras, que actualmente trabajan a un 67% de su capacidad, serán las grandes beneficiadas por la implantación industrial del proyecto DESCONTAPOL, ya que un mayor aprovechamiento del plástico posconsumo supondrá para ellas alcanzar cifras del 70% en el aprovechamiento de su capacidad de producción y un aumento de sus ingresos cercano a los dos millones de euros anuales. Además, al tratarse de un producto de mayor calidad y con más aplicaciones, el precio por kilo también aumentará, lo que supondrá un beneficio de aproximadamente un millón de euros anuales, según cálculos de AIMPLAS.
Por otra parte, en las empresas transformadoras, la sustitución de material virgen por reciclado supone un ahorro en materias primas de entre el 20% y el 40%, lo que en el caso de la producción valenciana se ha estimado que representa un ahorro de costes de aproximadamente tres millones de euros al año.
En total, la aplicación industrial del proyecto DESCONTAPOL supondrá mejorar las cuentas del sector valenciano del plástico reciclado en seis millones de euros anuales.