En España el 14% de los residuos se incineran para obtener energía, porcentaje que para Aeversu resulta insuficiente para dar cumplimiento a los nuevos objetivos europeos de reducción del vertido.
Las 11 plantas integradas en la Asociación Española de Empresas de Valorización Energética (Aeversu) procesaron el pasado año 2.566.647 toneladas de residuos no reciclables, evitando su depósito en vertedero, según explica un comunicado emitido por dicha entidad.
En conjunto, estas instalaciones produjeron casi 2.000 MWh de energía, permitiendo satisfacer la demanda equivalente a unas 500.000 viviendas. Todo ello manteniendo unos niveles de emisión a la atmósfera “muy por debajo de los límites legales”, a pesar de que “estas plantas están sometidas a rigurosos controles” más estrictos que los requerimientos y exigencias que rigen para otras instalaciones industriales.
En España la recuperación energética de la fracción no reciclable de los residuos ha subido dos puntos porcentuales respecto al año 2015, pasando del 12% al 14%. No obstante, para Aeversu este porcentaje “resulta claramente insuficiente para dar debido cumplimiento a la gestión jerarquizada que propone la Unión Europea, en donde la valorización energética, tal y como se recoge en la legislación vigente y en el propio paquete europeo de economía circular, debe posicionarse por delante del vertedero, siendo este último la opción menos deseable”.
La asociación lamenta que “nuestro país cuente todavía con una tasa de vertido del 57%”, síntoma de que aún nos regimos por “un modo de vida lineal o, lo que es lo mismo, las malas prácticas de usar y tirar”, y reclama un avance más decidido “hacia un modelo de desarrollo circular que prime el máximo aprovechamiento de los productos, la reducción de residuos y la conversión de éstos en recursos”.
Solo un 30% de reciclaje
También el reciclaje constituye una asignatura pendiente para España. Según los datos de Eurostat, el reciclaje de residuos en nuestro país, incluido el compostaje de la fracción orgánica, no ha conseguido superar el 30%, un porcentaje muy alejado todavía de los ambiciosos objetivos europeos previstos para los próximos años.
En este sentido, es preciso recordar que, en fechas recientes, los eurodiputados respaldaron los planes de acción para impulsar el reciclaje (hasta el 65% para el año 2035) y reducir el vertido, de tal forma que para 2030 no se acepten en vertedero los residuos reciclables, limitando un vertido máximo del 10% para 2035.
Aeversu nuevamente pone el foco en los países del norte de Europa: “Sus elevadas tasas de reciclaje (entre el 48 y el 66%) y de valorización energética (entre el 32 y el 50%) hacen posible que el vertido se posicione en un insignificante 1% (es el caso de Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda y Suecia)”.
La Asociación Española de Empresas de Valorización Energética está formada por las plantas de Tirme, en las Islas Baleares; Zabalgarbi, en el País Vasco; Trargisa, Mataró, Sirusa y Tersa, en Cataluña; Remesa, en Melilla; Tircantabria, en Cantabria; Tirmadrid, en Madrid; Sogama, en Galicia, y Ctrasa, en Andorra. Según el comunicado de Aeversu, en los últimos años, estas instalaciones han reforzado su operativa para gestionar de forma más eficaz y eficiente los residuos procesados en ellas a fin de convertirlos en energía, “con las máximas garantías ambientales”.