El presidente de AEVERSU, Rafael Guinea, lamenta el estancamiento de España en materia de recuperación de energía a partir de residuos y pone el ejemplo de Alemania, donde la combinación de reciclaje y valorización energética ha permitido eliminar el vertido.
En el ámbito de la Economía Circular, en la que los residuos son concebidos como recursos, el presidente de AEVERSU (Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos), Rafael Guinea, explicó la semana pasada que “la valorización energética quiere ser parte de la solución, no del problema, dirigiéndose el trabajo del sector hacia el vertido técnico cero”. Y añadió que esto quiere decir que únicamente se llevarán a vertedero aquellos materiales que no puedan ser reutilizados, reciclados ni recuperados energéticamente, es decir, que no tengan otra salida.
Guinea hizo estas declaraciones durante un curso promovido por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo bajo el título “Gestión sostenible de los residuos: alternativas y eficiencia”, y que se celebró en Ourense del 1 al 3 de julio.
Durante su intervención, explicó que España cuenta con diez plantas de valorización energética, todavía desconocidas por el gran público, que gestionan el 10% de la basura producida; mientras que en Europa operan casi medio millar, alcanzando las 2.000 en todo el mundo.
El presidente de AEVERSU puso como ejemplo a Alemania, que ha conseguido eliminar el vertedero e incrementar el reciclaje y la valorización energética de la parte no reciclable. España, por su parte, y según datos de Eurostat correspondientes al año 2013, deposita en vertedero el 60% de la basura.
La estricta legislación ambiental sobre emisiones de gases contaminantes que rige para esta actividad supera a la de cualquier otra industria».
Guinea también se refirió a Reino Unido, país que contaba con unos altos índices de vertido y que, entre 2014 y 2016, pondrá en marcha 16 nuevas plantas de valorización energética con capacidad para cinco millones de toneladas de residuos.
Además, recordó que la transformación de residuos en energía trae consigo la emisión de gases contaminantes que hay que limpiar, pesando sobre estas instalaciones una estricta legislación ambiental que incluso supera a la que rige para cualquier otra industria. “Las inversiones que se hacen en este ámbito son muy elevadas, destinándose a depuración de gases más de la mitad del coste de estas instalaciones”, subrayó.
La generación de electricidad, vapor y agua caliente a partir de residuos ahorra del orden de 42 millones de toneladas de petróleo, según datos de AEVERSU, siendo las comunidades autónomas más desarrolladas las que han optado por la implantación de este sistema.
Un sector con mucho ruido
Guinea lamentó que en España la valorización energética permanece estancada desde 2005, constatándose una falta de compromiso por parte de la Administración. Ello da lugar a una mala imagen del sector entre la ciudadanía, que percibe este tipo de instalaciones como perjudiciales para la salud. Y destacó el hecho de que el debate se concentre, curiosamente, en aquellas zonas que no cuentan con plantas de estas características. “Es un sector con mucho ruido, que genera diariamente mucho debate”, al tiempo que abundó en el hecho de que se trata de un sector de gestión pública que no debe obedecer en ningún caso a intereses políticos.
El presidente de AEVERSU concluyó su ponencia manifestando que para gestionar adecuadamente los 22 millones de toneladas de residuos producidas en España, serían necesarias unas 17 plantas de valorización energética, que supondrían una inversión de 4.000 millones de euros, generando un importante volumen de empleo (local, fijo y de calidad), y ayudando a la reindustrialización dispersa.
Fuente:
Sogama