Los bosques no son solo un pulmón ambiental que absorbe el CO2, sino que tienen, además, potencial para generar biomasa que se puede utilizar para obtener energía renovable.
Coincidiendo con la celebración hoy, 21 de marzo, del Día Internacional de los Bosques, el Foro Industria y Energía (FIE) recuerda que valorizar los residuos forestales va ser una herramienta fundamental para garantizar la seguridad de los bosques y obtener energía sostenible y renovable en entornos industriales locales.
Tal como expone Eduardo Álvarez, responsable técnico del FIE y profesor de la Universidad de Oviedo, “los bosques no son solo un pulmón ambiental que absorbe el CO2, sino que tienen, además, un gran potencial para generar biomasa que se puede utilizar para obtener electricidad y calor tanto para usos industriales como domésticos”.
En esta línea, ya se están llevando a cabo proyectos como los que ha emprendido el Conselh Generau d’Aran (Lleida), en colaboración con los Ayuntamientos y las entidades municipales del territorio, con el objetivo de impulsar una economía verde, disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles, al mismo tiempo que se apuesta por una energía más barata, renovable y con menos emisiones.
Entre las acciones puestas en marcha por el Conselh se incluye una nueva estrategia forestal, que se basa en un aprovechamiento sostenible de los recursos y apuesta por la bioeconomía y las energías renovables, a la vez que cuida los bosques y permite diversificar la economía de la zona.
En la actualidad, por ejemplo, el Conselh Generau d’Aran se encuentra a las puertas de inaugurar la nueva caldera de biomasa que dará servicio al Hospital de la Val d’Aran, alimentada por la madera extraída de los bosques del territorio y tratada en el futuro Centro Logístico de Biomasa de la población aranesa de Les. De hecho, el pasado verano se recolectaron ya 650 m3 de madera en la pista forestal de Tuca-Pontet, procedentes de árboles de menos de 28 cm de diámetro, previamente marcados siguiendo los estudios realizados por los servicios técnicos de la institución.
Para María Vergés, Síndica d’Aran, “por nuestra orografía y peculiaridades administrativas, la Val d’Aran puede ser un modelo de aplicación de la economía circular para otras zonas, en especial en las fórmulas para valorizar los residuos forestales, que es un recurso abundante en nuestra zona y que hemos de saber aprovechar”. Vergés destaca, además, que “la biomasa no es solo una cuestión clave para generar energía, sino también para mantener nuestros bosques limpios y prevenir el inicio y propagación de los incendios forestales que tantos estragos ocasionan en las economías locales”.
Cogeneración con biomasa
En este proceso de implantación de la biomasa va ser también esencial el desarrollo tecnológico. En este sentido, Raimon Argemí, vicepresidente de COGEN, destaca que la aplicación de sistemas de cogeneración, que permiten obtener al mismo tiempo electricidad y calor, puede ser una herramienta que favorezca e impulse el aprovechamiento de la biomasa.
Argemí considera que “la cogeneración con biomasa y, en general, con cualquier combustible renovable como pueda ser el hidrógeno, constituye una excelente oportunidad para la descarbonización de las industrias intensivas en calor: hoy en día existen diversas tecnologías de cogeneración con biomasa, que permiten aplicar este sistema de generación energética en un muy amplio rango de capacidades, tipos de biomasa y condiciones de entrega del calor”.
El responsable de COGEN recuerda, además, la necesidad de que exista un marco regulatorio claro que permita garantizar las inversiones necesarias y contemple incentivos para la recuperación de los residuos. En este sentido, considera que “la próxima subasta de capacidad de cogeneración, que el Gobierno debe publicar en las próximas semanas, puede representar una ocasión excelente para aquellas industrias que desean reducir sus costes de producción, desvincularse del precio de los mercados energéticos y contribuir a la descarbonización de su actividad”.