La compañía gallega de distribución alimentaria y la plataforma medioambiental dan un paso más en su alianza en proyectos de circularidad a través del reciclaje textil.
Transformar ropa del día a día en piezas de mobiliario como bancos o contenedores es posible gracias al nuevo paso que acaban de dar en su alianza la compañía gallega de distribución alimentaria Vegalsa-Eroski y la plataforma medioambiental dedicada a la circularidad de materiales textiles Ins3rtega.
Ambas entidades, que vienen colaborando desde hace años en proyectos de economía circular, han desarrollado una innovadora iniciativa que consiste en darle una segunda vida a los uniformes del personal de las 281 tiendas que componen la red comercial de Vegalsa-Eroski, transformándolos en muebles que pueden tener diferentes usos.
El proyecto, que fue presentado recientemente en la Jornada de Responsabilidad Empresarial de Vegalsa-Eroski 2023, es pionero en el sector de la distribución alimentaria en Galicia.
Hasta la fecha, Ins3rtega ha recuperado un total de 70 uniformes del personal de tienda para darle una segunda vida a través de la transformación en bancos (2 unidades para los que han destinado 40 uniformes y 18 kilos de ropa) además de un contenedor para el que se han utilizado 14 kilos procedentes de 30 uniformes.
El proceso de reciclaje
El proceso “sencillo, pero riguroso y minucioso”, en palabras del director gerente de Ins3rtega, Juan Meijide, consta de varias fases. Primero, se recoge la ropa que ya no es adecuada para el uso del personal en las instalaciones de la compañía. A continuación, se clasifican los uniformes por composición mediante lectores ópticos de última generación para su posterior clasificación por colores y retirar los llamados “impropios” como botones o etiquetas. Llega entonces el momento del triturado del producto en distintas granulometrías y, a continuación, la realización de pasta de aplicación realizada con resinas al agua. Por último, con esta composición, se procede a la fabricación de los muebles en el taller.
Como parte de una primera experiencia piloto, los primeros elementos fabricados a partir de estos residuos textiles se encuentran ya instalados en la Sede de la compañía, situada en el polígono de A Grela (A Coruña), para testar su funcionamiento y adecuación al entorno. El objetivo que se marcan ambas compañías es llevar en el futuro estos muebles sostenibles a los establecimientos de las diferentes enseñas del grupo empresarial, en sustitución de los tradicionales contenedores de reciclaje de ropa y como bancos que puedan utilizar los clientes.
Además, el mobiliario llevará consigo un código QR para que todo aquel que esté interesado pueda informarse sobre cómo se ha llevado a cabo el proceso de fabricación de las piezas.
Según explica Meijide, “este es uno de los ejemplos de proyecto circular que ponemos a disposición de empresas y particulares para lograr nuestro objetivo de desarrollar programas medioambientales de gran alcance social. La alianza con Vegalsa-Eroski, de la que estamos muy orgullosos, nos introduce en un sector de enorme impacto como la distribución alimentaria y nos acerca al consumidor de una manera directa”.