Un tercio de las tiendas que venden por Internet no recoge el viejo aparato cuando el consumidor compra uno nuevo, mientras que otro tercio cobra una tasa extra por hacerlo. España aprobó recientemente una normativa similar.
La Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Francia (CLCV) acaba de publicar un estudio según el cual la mitad de los distribuidores online de aparatos eléctricos y electrónicos no cumplen con la legislación sobre residuos electrónicos, que obliga a recoger de forma gratuita un equipo de similares características al adquirido por el comprador. Es lo que se denomina “uno por uno”.
Esta norma, que obliga tanto a las tiendas físicas como a las que venden online, tiene el objetivo de mejorar el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, constituyendo al mismo tiempo un servicio para el consumidor.
Mediante el análisis de los 22 principales distribuidores de equipos electrónicos vía Internet, el estudio concluye que más de un tercio (27%) no ofrecen esta recogida gratuita. Otro 23% obliga al comprador a abonar una tasa mayor a la de la entrega convencional, por lo que en realidad se está cobrando por la recogida, algo que es contrario a la ley.
Por último, un 18% tampoco cumple con la obligación de mostrar en la lista de precios la tasa correspondiente al reciclaje de los equipos al final de su vida útil, la denominada “eco-contribución”.
Por todo ello, la CLVC ha denunciado esta situación, recordando a los sitios de venta online que el uso de herramientas digitales no puede justificar el incumplimiento de la legislación. Y recuerda que dada la creciente generación de residuos electrónicos fruto de la constante renovación tecnológica, los programas “uno por uno” son la mejor manera de mejorar la recogida.
Norma similar en España
Tal y como señalan desde la asociación, el incumplimiento de estas obligaciones conlleva un aumento de los impuestos municipales, ya que las autoridades locales serán las que al final tengan que hacerse cargo de estos residuos electrónicos –a pesar de que los consumidores ya pagan una “eco-contribución destinada a tal fin al comprar el aparato–, así como el abandono ilegal de los viejos aparatos en desuso por parte de personas “menos escrupulosas”.
Al igual que en el país vecino, en España, el RD 110/2015 de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, recientemente aprobado, recoge por primera vez que la venta de equipos a través de Internet deberá garantizar también que los compradores puedan entregar los residuos que generen, de igual manera que en las tiendas físicas. Veremos si ocurre lo mismo que en Francia.