Un estudio liderado por la Universitat de les Illes Balears (UIB) señala que los vertidos de aguas depuradas hacen disminuir la producción primaria marina –responsable de la producción de oxígeno en el medio marino–, reducen el oxígeno disuelto y empeoran la falta de oxígeno en el mar Báltico.
El mar Báltico es la mayor zona del mundo con concentraciones de oxígeno tan bajas que no pueden mantener a la mayoría de formas de vida a causa de las actividades humanas. Los aportes de nutrientes y de materia orgánica en la zona costera hacen proliferar las algas, que, cuando mueren, caen al fondo y son degradadas por bacterias, que consumen una gran cantidad de oxígeno y hacen que baje a concentraciones inferiores a las requeridas por la vida marina. Los vertidos de aguas depuradas empeoran las condiciones del Báltico.
La doctora Raquel Vaquer Sunyer, investigadora de la Universidad de las Illes Balears, ha liderado un estudio que se ha basado en experimentos llevados a cabo sobre la temperatura del mar, realizando adiciones de agua depurada para evaluar los efectos de esta fuente de nutrientes y materia orgánica en las respuestas de la respiración (consumo de oxígeno), en la producción de oxígeno (fotosíntesis), en la producción bacteriana y en la estructura de la comunidad bacteriana.
Los resultados de los experimentos llevados a cabo en la Universidad de Lund (Suecia) sugieren que los vertidos de aguas depuradas hacen reducir la producción de oxígeno y la respiración, al mismo tiempo que hacen aumentar la producción bacteriana. Esto llevaría a una comunidad dominada por bacterias en lugar de algas, que son las que producen el oxígeno en las capas superficiales; se reduciría la concentración de oxígeno y se agraviaría la falta de oxígeno en el mar Báltico. Otra consecuencia sería que las comunidades planctónicas captarían menos dióxido de carbono (CO2), con consecuencias negativas para el ciclo del carbono, y aumentaría el calentamiento global.
Los resultados, que se han publicado en la prestigiosa revista internacional Biogeosciences, alertan de las consecuencias de los vertidos de aguas depuradas en el funcionamiento de los ecosistemas costeros del mar Báltico. Los investigadores piden acciones encaminadas a reducir estos vertidos y a mejorar los sistemas de depuración para proteger el medio marino.