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Ubicada en Cervo (Lugo), esta nueva instalación de tratamiento de biorresiduos dará servicio a 15 ayuntamientos y se sumará a las proyectadas en Vilanova de Arousa y Verín, así como a la que ya está en funcionamiento en el complejo medioambiental de Cerceda.
La Xunta de Galicia acaba de formalizar el contrato de redacción del proyecto básico para construir una nueva planta de compostaje de biorresiduos en el ayuntamiento de Cervo (Lugo), la tercera de las cuatro instalaciones de este tipo que ha previsto poner en marcha en el conjunto de la Comunidad. La actuación fue adjudicada por un importe de 96.800 euros, IVA incluido, y tiene un plazo de ejecución de un mes.
La futura instalación estará localizada en el polígono de Cuíña y el objetivo es que pueda dar servicio a 15 ayuntamientos del arco cantábrico gallego, atendiendo a una población estimada de 70.000 habitantes. En cuanto a su capacidad de tratamiento, se prevé que pueda recibir un total de 3.000 toneladas (t) al año de fracción orgánica de residuos domésticos y otras 1.600 t procedentes de podas y restos de madera.
Con todo este material, se estima que podrá conseguirse una producción anual de 1.500 t de compost de alta calidad, que se destinarán al sector de la agricultura como abono natural y sostenible, en relevo de los fertilizantes artificiales.
La planta se diseñará para que pueda abarcar la totalidad del proceso de compostaje de los residuos recibidos, comprendiendo las fases de pretratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento, así como los correspondientes tratamientos de aire y de aguas. Este proceso se llevará a cabo en naves cerradas, haciendo uso en todo momento de las últimas tecnologías de tratamiento, control de olores y ruido, y la operativa industrial de la instalación se alimentará con energía renovable (a través de paneles solares, fundamentalmente).
En total, la inversión prevista por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda para poner en marcha a nueva instalación en Cervo asciende a 5,5 millones de euros y sus beneficios se harán notar en el propio municipio pero también en las villas localizadas dentro de su radio de influencia y a las que dará servicio. En este sentido, la previsión es que, una vez entre en servicio, la planta pueda dar empleo la entre 8 y 10 personas de la zona.
Impulso al tratamiento de la fracción orgánica
La instalación proyectada en Cervo es una de las tres nuevas plantas destinadas al tratamiento y gestión de los biorresiduos domésticos que promueve la Xunta y que se sumarán a la que ya está en funcionamiento en el complejo medioambiental de Sogama en Cerceda. De este modo, y con el objetivo de que cada provincia cuente con una instalación de este tipo, las otras dos nuevas plantas de biorresiduos se localizarán en Vilanova de Arousa (Pontevedra) –cuyo proyecto básico también fue adjudicado a principios de marzo– y Verín (Ourense), actualmente, en proceso de licitación.
Para seguir avanzando hacia un modelo moderno y eficaz en la gestión de los residuos, la Consellería reservó en sus presupuestos de este año 25 millones de euros para fomentar el compostaje con la construcción de estas tres nuevas plantas destinadas a los biorresiduos domésticos, unas infraestructuras que, sumadas a las plantas privadas existentes de carácter industrial, podrán garantizar una red de instalaciones que dé servicio a toda la Comunidad.
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